EnseñaSanto Tomás: “La pena es proporcionada al pecado. En el pecado hay que distinguir dos aspectos. El primero es la aversión del bien imperecedero, que es infinito; y por este motivo el
Conocentan bien los teólogos las condiciones y circunstancias del infierno, que han clasificado las penas allí sufridas en dos clases: pena de daño o privación de la beatífica vista de Dios y pena de sentido o tormento eterno en un hirviente lago de azufre. Tal vez aduzcan los teólogos en pro de este dogma aquel pasaje de San Juan que dice:
Enel sexto círculo, donde se encuentran los herejes, comienzan verdaderamente los tormentos. En el séptimo círculo se tortura a los asesinos, los blasfemos y los pervertidos. En el octavo
Losescritos Bahá’ís dicen que el infierno es una metáfora, no un lugar físico existente para el tormento, sino que es una estación espiritual impuesto por uno mismo. Pensad que el amor y la buena camaradería son las delicias del cielo; pensad que la hostilidad y el odio son los tormentos del infierno.